Para Javier, hijo de un profesional peleador (Carlos Palomino), ver huido de San Luis Rio Colorado, un pequeño pueblo fronterizo cuando solo era un adolescente significo, ver sido creado en las calles de Tijuana y verse envuelto en el mundo de las peleas callejeras organizadas por el cartel.

Años después, el veterano peleador ya conocido como Callejero y su hablador, problemático manager Jose, se encuentran atrapados en un dilema: Tirar la siguiente pelea o sufrir las consecuencias de una deuda sobre una apuesta que se le debe al cartel.

Cuando las cosas están completamente mal, solo la larga relación de muchos años con el hombre encargado mantienen a Jose y a Javier vivos, pero son forzados a dejar las peleas y Tijuana para siempre.

Daños irreparables que sufrió durante años en el cuadrilátero, Javier regresa a casa, solo, perdido y derrumbado. Sin tener a donde llegar, Javier trata de construir una nueva vida arreglando la relación con su padre, con su hijo adolescente y con la mama de su hijo, a quien abandono una década atrás.

A pesar que nada viene fácil, la familia empieza a reconstruirse poco a poco, Javier empieza a enseñarle a su hijo como boxear, lo mantiene fuera de las peligrosas calles y lo empieza a llevar por el camino correcto.

Pero eventualmente, Jose llega al pueblo con la oportunidad de entrenar a un nuevo talentoso joven boxeador y con la oportunidad de ganar $100,000, Javier se siente atraído a regresar a la vida que ya había dejado atrás por la necesidad del dinero y la obligación del bienestar de su familia.